DÁMASO JIMÉNEZ | EL UNIVERSAL
martes 29 de mayo de 2012 03:28 PM
Héctor Navarro, sumisa figura "todera" de la burocracia bolivariana usada por el gobierno para tapar cualquier vacío de funcionalidad en materias tan disímiles como la educación, la ciencia y la tecnología, los alacranes en el partido de gobierno y la álgida crisis eléctrica que vive el país, dijo recientemente no más llegando a su nueva oficina del Ministerio de Energía Eléctrica, que ostenta las pruebas de sabotaje al sistema eléctrico nacional.
Para eso llamó de inmediato cual director de la CIA revolucionaria, a los equipos técnicos de la Fiscalía General de la República y el Servicio Bolivariano de Inteligencia, porque no es normal que en un gobierno resguardado por intensos anillos de seguridad de una FAN chavista y donde laboran puros funcionarios rojos rojitos casados con la figura mesiánica del liberador Chávez Frías, haya definitivamente intencionalidad en el daño de los equipos eléctricos. ¿Será Capriles o la oposición?
Parece que el registro de incendios en varias subestaciones eléctricas ha puesto a pensar a Navarro sobre las "raras coincidencias y por ahí partieron sus sospechas.
Por supuesto no hay fotos, no hay nombres, no hay pruebas... "pero tenemos cables que han sido dañados aquí en la capital para producir apagones, donde el móvil no ha sido el robo del equipo como solía ocurrir sino ocasionar el daño", dijo el flamante nuevo ministro de Energía Eléctrica que deja exento claramente de todo intento de conspiración el malandraje acostumbrado a robarse nuestro sistema eléctrico, pobrecitos, y deja abierto el señalamiento para cualquiera.
Pero resulta que al ministraje que ha pasado por ese templo del tercer mundo se le olvida que es todo un país, su provincia y no Caracas la que sufre los embates generados por los apagones.
Dividieron cruelmente la nación, además de los entes de primera y segunda que son las figuras del entorno gubernamental y su corte de aduladores seguidos de los contratistas socialistas "arreguindados" con derecho a planta eléctrica, quedan los ciudadanos de tercera que viven en la capital y con derecho a por lo menos no tener apagones y de cuarta que debemos hacerle frente a esta inhumana práctica que atenta contra las personas que deben vivir calorones de hasta 48 grados a la sombra como ocurrió la semana pasada en Maracaibo.
El Distrito Capital consume 1.600 megavatios y el estado Zulia 1.450 Mw, pero insisten que el problema del desastre somos los zulianos que consumimos demasiado.
Se le olvida al futuro nuevo jubilado del gobierno que la gente de estos rincones del país han hecho constantes protestas desde el 2009 para llamar la atención sobre la nulidad casi total de alumbrado público en la zona lo que intensifica la inseguridad y el "toque de queda" en las regiones fronterizas; que se han hecho tomas de plazas para llamar la atención gubernamental por la cantidad de equipos eléctricos perdidos como consecuencia de los cambios de voltaje, y que desde hace años estamos condenados a la oscuridad en nuestras casas mientras el gobierno regala la luz a otros países como Cuba y Nicaragua. Lo que la ciudadanía pide es sencillo, recuperar la optimización del servicio eléctrico que existía antes de la revolución.
¿Será que a Navarro no le dieron en su designación la carpeta con los números que ratifican que el gobierno no pudo cumplirle al país con el plan de instalación de cinco mil megavatios de energía termoeléctrica prometidos para el 2010, a raíz de la crisis eléctrica que vivió Venezuela desde finales del 2009?
Si el tiempo ha demostrado que el problema no es la sequía ni las lluvias, ni la debilidad en el sistema de redes de transmisión, ni el Guri, ni el consumo grosero de los zulianos, ni la conspiración de las iguanas, ni el imperio, ni las plantas termoeléctricas inauguradas pero nunca puestas en funcionamiento, ni la desinversión de gobiernos anteriores porque queda sobreentendido que todo el aparataje existente fue obra de los gobiernos democráticos, que nueva mentira nos deparará este carismático vocero de la nada revolucionaria para darle continuidad a este exceso de mediocridad que vivimos en Venezuela. Apágame la vela María.
@damasojimenez
Para eso llamó de inmediato cual director de la CIA revolucionaria, a los equipos técnicos de la Fiscalía General de la República y el Servicio Bolivariano de Inteligencia, porque no es normal que en un gobierno resguardado por intensos anillos de seguridad de una FAN chavista y donde laboran puros funcionarios rojos rojitos casados con la figura mesiánica del liberador Chávez Frías, haya definitivamente intencionalidad en el daño de los equipos eléctricos. ¿Será Capriles o la oposición?
Parece que el registro de incendios en varias subestaciones eléctricas ha puesto a pensar a Navarro sobre las "raras coincidencias y por ahí partieron sus sospechas.
Por supuesto no hay fotos, no hay nombres, no hay pruebas... "pero tenemos cables que han sido dañados aquí en la capital para producir apagones, donde el móvil no ha sido el robo del equipo como solía ocurrir sino ocasionar el daño", dijo el flamante nuevo ministro de Energía Eléctrica que deja exento claramente de todo intento de conspiración el malandraje acostumbrado a robarse nuestro sistema eléctrico, pobrecitos, y deja abierto el señalamiento para cualquiera.
Pero resulta que al ministraje que ha pasado por ese templo del tercer mundo se le olvida que es todo un país, su provincia y no Caracas la que sufre los embates generados por los apagones.
Dividieron cruelmente la nación, además de los entes de primera y segunda que son las figuras del entorno gubernamental y su corte de aduladores seguidos de los contratistas socialistas "arreguindados" con derecho a planta eléctrica, quedan los ciudadanos de tercera que viven en la capital y con derecho a por lo menos no tener apagones y de cuarta que debemos hacerle frente a esta inhumana práctica que atenta contra las personas que deben vivir calorones de hasta 48 grados a la sombra como ocurrió la semana pasada en Maracaibo.
El Distrito Capital consume 1.600 megavatios y el estado Zulia 1.450 Mw, pero insisten que el problema del desastre somos los zulianos que consumimos demasiado.
Se le olvida al futuro nuevo jubilado del gobierno que la gente de estos rincones del país han hecho constantes protestas desde el 2009 para llamar la atención sobre la nulidad casi total de alumbrado público en la zona lo que intensifica la inseguridad y el "toque de queda" en las regiones fronterizas; que se han hecho tomas de plazas para llamar la atención gubernamental por la cantidad de equipos eléctricos perdidos como consecuencia de los cambios de voltaje, y que desde hace años estamos condenados a la oscuridad en nuestras casas mientras el gobierno regala la luz a otros países como Cuba y Nicaragua. Lo que la ciudadanía pide es sencillo, recuperar la optimización del servicio eléctrico que existía antes de la revolución.
¿Será que a Navarro no le dieron en su designación la carpeta con los números que ratifican que el gobierno no pudo cumplirle al país con el plan de instalación de cinco mil megavatios de energía termoeléctrica prometidos para el 2010, a raíz de la crisis eléctrica que vivió Venezuela desde finales del 2009?
Si el tiempo ha demostrado que el problema no es la sequía ni las lluvias, ni la debilidad en el sistema de redes de transmisión, ni el Guri, ni el consumo grosero de los zulianos, ni la conspiración de las iguanas, ni el imperio, ni las plantas termoeléctricas inauguradas pero nunca puestas en funcionamiento, ni la desinversión de gobiernos anteriores porque queda sobreentendido que todo el aparataje existente fue obra de los gobiernos democráticos, que nueva mentira nos deparará este carismático vocero de la nada revolucionaria para darle continuidad a este exceso de mediocridad que vivimos en Venezuela. Apágame la vela María.
@damasojimenez
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