jueves, 28 de abril de 2011

Viacrucis eléctrico - José Aguilar

Enlace al artículo en La Verdad

Vienen días más difíciles en este viacrucis eléctrico, sin los megavatios ya existentes disponibles, con los nuevos prometidos en crónico rezago y los que nos quedan en deterioro

"Suministro eléctrico garantizado", "mantenimientos programados y preventivos", "18.000 megavatios disponibles", "blindaje eléctrico en progreso" fue el tratamiento mediático del oficialismo antes de la Semana Santa, para terminar resultando a los vacacionistas en un usted está sin luz.

Lo que debió ser una semana de asueto, búsqueda de la espiritualidad y reencuentro familiar terminó siendo un engaño más para el soberano azotado por los cortes, racionamientos súbitos y penurias ante las fallidas garantías por las autoridades del sector eléctrico, que continúan su galopante pérdida de credibilidad ante los sufridos usuarios eléctricos.

Muchos sacrificios y privaciones encontraron los venezolanos en la búsqueda de paz y sosiego, la falta de fluido eléctrico implica que en la mayoría de las ciudades planas del país tampoco hay agua para los sistemas de bombeo, lluvias, calor y plagas sirvieron para convertir a Venezuela en un destino turístico no deseado, nuevamente dejando al oficialismo culpable de sacrilegio eléctrico en la Semana Mayor.

Luego de las tribulaciones vacacionales al retorno a sus hogares, los venezolanos han encontrado que la crisis persiste con mayor crudeza contra ellos y se preguntan cada vez más quién es el responsable de este desastre.

Corpoelec está carcomida por improvisación, carencia de profesionalismo, manipulación de cifras, imperante opacidad en sus rangos de liderazgo, que tergiversa su ausencia de resultados con demagogia hacia sus abusados usuarios, engañada organización y la nación. Con tan disfuncional gestión, no es una sorpresa que se carezca de la entereza de asumir su responsabilidad.

Vienen días más difíciles en este viacrucis eléctrico, sin los megavatios ya existentes disponibles, con los nuevos prometidos en crónico rezago y los que nos quedan en deterioro, la demanda continuará subiendo hacia el gran pico, Venezuela debería tener una demanda máxima de 21.000 megavatios, pero tendrá que resignarse con menos de 18.500 megavatios este 2011.

Permitir este sacrilegio eléctrico es un aberrante pecado, pero la sociedad venezolana tiene la palabra y debe decidir de qué siglo quiere sus instituciones y servicios esenciales.

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