domingo, 10 de abril de 2011

Sobrecarga en líneas de transmisión precipitó apagón que afectó 12 estados

No es un secreto. El Sistema Eléctrico Nacional opera a “riesgo”. Lo dijo el ministro Alí Rodríguez Araque la semana pasada durante su visita a Tocoma, y se demostró el jueves cuando un incendio de vegetación en la línea San Gerónimo-La Horqueta causó la desincorporación inmediata de nada más y nada menos 12.400 megavatios.

Natalie García - Correo del Caroní

La violación de los límites de transmisión hace más vulnerable el SEN ante las averías que se presenten. El Sistema Eléctrico Nacional (SEN) está de mal en peor. A las debilidades antes señaladas por los expertos se le suman maniobras “arriesgadas” que pueden haber causado, junto a otros factores, el reciente apagón en varios estados del país y que significó una “pérdida de carga de 12.400 megavatios”.

Un informe preliminar de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), filtrado a este rotativo, revela que para ese momento de la avería, aproximadamente a las 15:29 horas se disparó la Línea San Gerónimo-La Horqueta de 765 kV “debido a una falla en la fase A, despejada de forma selectiva y en tiempos de primera zona por las protecciones de distancia de ambos extremos”.

El documento agrega que “para este momento se estaba operando (el sistema) con una excedencia de 1.070 MW en el límite de Exportación Guayana y 1.440 MW en el límite de Importación Centro, por lo que al disparar la línea se presentó una fuerte oscilación de las tensiones del sistema, siendo la misma de forma acentuada en la zona Centro-Occidental del país, causando una pérdida de carga producto de la actuación de los dispositivos de protección por mínima tensión, tanto industrial como residencial”.

Prosigue el reporte destacando que “luego de la pérdida de carga, se inicia la salida forzada de las unidades de generación producto de la alta oscilación de la frecuencia del sistema, la misma osciló entre 63,73 Hz y 55,13 Hz, a causa del desbalance entre la generación y la carga presente al momento. También se originó la desconexión de Líneas de Transmisión a causa de sobretensiones que se presentaron en el sistema”.

Las condiciones previas al incidente muestran que desde Guayana se estaban generando 11.000 megavatios; en las unidades térmicas sincronizadas, es decir las que estaban operativas para cuando ocurrió el evento eran en Planta Centro: las máquinas 3 y 4; Tacoa: la unidad 8, Termozulia: máquinas 1, 4 y 5 y Planta Ramón Laguna: las unidades 13, 14, 16 y 17.

“La exportación Guayana era de 8.600 MW, con una excedencia de 1.070 MW en el límite; la importación centro era de 6.300 MW, con una excedencia de 1.440 MW y la importación centro occidente de 2.400 MW”, según indica textualmente el informe.

Entre las causas del hecho “la revisión efectuada concluyó que la Línea San Gerónimo-La Horqueta de 765 kilovoltios disparó debido a un incendio de vegetación. En la revisión se detectó incendio entre las torres 305 a 307, 342 a 343 y 345 a 346 distancias que se aproximan a las indicadas por el localizador de falla”.

Problema tras otro

El análisis hecho por el experto en sistemas eléctricos y consultor internacional, José Aguilar, destaca que la violación reiterada de los límites de transmisión es la real causa de lo ocurrido, que provocó la salida de 12.400 megavatios del sistema, lo equivalente a seis ciudades como Caracas y Puerto Ordaz.

Indicó además que hubo una “doble violación” en el sistema pues se excedió el margen de Exportación desde Guayana -la energía que sale desde la región- que ese día debía estar por el orden de los 7.500 megavatios y a su vez se excedió el límite de importación desde el Centro en más de 1.440 megavatios.

“Cuando el sistema opera de esa forma, no me interesa si es un incendio, si es una máquina de 20 megavatios que falla, simplemente el sistema no puede recuperarse. Si se violan los límites -el máximo para mantener la seguridad en el SEN- no hay para dónde coger”.

Reseñó que con el doble exceso había “2.510 megavatios por encima de lo que se tenía que operar, cuando esto pasa y hay un incendio u otra contingencia, es buenas noches. Porque ante cualquier evento el sistema no tiene capacidad de defenderse. Cuando no se violan los límites se puede resistir un incendio y se supera, falla una máquina y se supera y los usuarios eléctricos ni se dan cuenta”.

Los límites de transmisión, es decir el máximo de carga que se puede enviar a través de la Red Troncal de Transmisión (RTT), es flexible y depende de algunas variables. Por ejemplo, desde Guayana se puede enviar hasta 8 mil megavatios -en teoría siempre- y cuando Planta Centro (Carabobo) produzca unos 1.000 megavatios y haya dos unidades de 400 megavatios funcionado en Tacoa.

Pero el día de la falla, el jueves, se enviaba por la RTT desde Guayana hacia el Centro 8.600 megavatios, cuando Planta Centro estaba generando apenas 540 megavatios y Tacoa 360 MW. Lo cual hizo muy vulnerable el sistema frente a la eventualidad del incendio que se suscitó y que reitera Aguilar no es lo más importante, porque de haberse producido éste en condiciones normales nada hubiese pasado.

Fragilidad evidente

El documento filtrado por Corpoelec revela que “en el 2011, el problema no es energía como en el 2010, ahora es potencia, es decir del otro lado de Guayana la Red Troncal de Transmisión no encuentra generación térmica en suficiente cuantía por su crónica indisponibilidad y los rezagos en obras de infraestructura eléctrica de nuevas líneas y plantas de generación prometidas y no ejecutadas, para enfrentar la demanda de los usuarios”.

En vista de esta situación destaca que “hay que hablarle claro al país, el Guri no da para más, se está desgastando y se está apagando solito, está muy mal porque no reposa, porque no tiene respaldo térmico y lo que pasó el día del apagón va a volver a pasar, porque al violar los límites cualquier contingencia tumba el sistema. Es un milagro de Dios que el país completo no se apagó”.

Recalca el especialista que “el sistema interconectado no fue diseñado para correr la arruga como se está haciendo, el problema de este año no es como el del año pasado, que no fue El Niño sino de un embalse que abusaron (Guri) en 2009”.

Soluciones en puerta
En vista de que un gran apagón nacional pueda repetirse Aguilar apunta que ineludiblemente el Gobierno debe poner las cartas sobre la mesa e informar que es necesario racionar diariamente unos 1.800 megavatios para impedir que el SEN se extralimite.

Al tiempo que raciona deben acometerse las inversiones previstas y recuperar el tiempo en las obras que están rezagadas. La incorporación de megavatios confiables, la realización de los mantenimientos en las unidades de las hidroeléctricas como la central Simón Bolívar, el resto del sistema del bajo Caroní, así como los trabajos que han debido hacerse en las centrales térmicas cuya indisponibilidad está por encima del 60 por ciento, son imprescindibles para garantizar la confiabilidad del SEN.

Derroche incierto

El Gobierno a raíz de las dificultades que ha enfrentado en los últimos años ha pedido a los usuarios que ahorren energía, cosa que ya han hecho en el 2010 redujeron 8.121 GWh un ahorro de 6.51% respecto del 2009 y a su vez los ha llamado “derrochadores”.

Pero José Aguilar, experto en sistemas eléctricos, advierte que “no se puede llamar al pueblo derrochador cuando el déficit y los problemas existentes son por causa de quienes han manejado el Sistema Eléctrico Nacional y más ahora cuando es evidente que éste está siendo operado sin importar los riesgos”.

“Lo que pasó el día del apagón va a volver a pasar, porque al violar los límites cualquier contingencia tumba el sistema. Es un milagro de Dios que el país completo no se apagó”.

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