Más de cinco entidades del país han sufrido apagones por deficiencias que se resaltan con las precipitaciones. Hace 10 años no se hace mantenimiento preventivoPor: Ender Marcano
Las lluvias se esperaban para mejorar los niveles del embalse El Guri. Pero su llegada ha desempolvado la falta de mantenimiento a los equipos y líneas de transmisión en el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), y esto se ha visto demostrado en los diferentes apagones presentados en todas las regiones del país. Monagas, Anzoátegui, Aragua, Táchira, son algunas de las localidades en las que se han reportados fallas en el suministro del servicio eléctrico.
El ingeniero y profesor universitario, José Manuel Aller, comentó vía telefónica que durante la época de sequía se acumulan residuos en los cables de transmisión, y cuando llegan las lluvias los mismos se vuelven conductivos y generan fallas en los equipos. “El polvo, la calina, todas esas cosas se van pegando en los aisladores de las torres de transmisión y se convierten en fallas.
Estos problemas vienen con las lluvias. Por eso existían cuadrillas de mantenimiento que se encargaban de limpiar los equipos en caliente, pero eso se abandonó”.
Estos grupos se denominaban cuadrillas de líneas energizadas y se encargaban del mantenimiento preventivo de los equipos, pero están paralizados desde hace más de diez años, comentó Wilmer Chacón, secretario ejecutivo de la Federación de Trabajadores de la Industria Eléctrica (Fetraelec).
Esta falta de mantenimiento es la causante de la explosión de un transformador de potencia de 13,8 voltios y un cable de potencia en la subestación San Vicente, en Maracay (Aragua), así como de la falla en la línea de distribución en la subestación de Maturín (Monagas).
Más desidia
A pesar de la existencia de la emergencia eléctrica, y de que el Ministerio para le Energía Eléctrica abrió una puerta a los trabajadores de la industria para su participación en la solución de los problemas, las autoridades todavía no los escuchan.
Fernando De Sousa, trabajador de Cadafe en Anzoátegui, dijo que existe deficiencia en los equipos de potencia “y la empresa no hace nada”.
“Muchos de los equipos están viejos, les falta mantenimiento, y no hay acciones por parte de las autoridades”. El empleado señaló que el personal de la empresa trata de resolver las fallas que se presentan en el sistema, y cuando lo logran se presenta una nueva falla, y así sucesivamente, con lo cual se afecta sensiblemente el servicio. “Estamos tratando de mejorar las cosas.
Le proponemos a la empresa las posibles soluciones al problema, pero por protocolo y eso, las respuestas a nuestros planteamientos tardan mucho”, dijo De Sousa.
Transmisión en riesgo
Los grandes apagones que se han generado en el país en los últimos dos años no se han debido a falta de generación, sino a caídas en el sistema de transmisión.
La mencionada desidia en el mantenimiento, aunada a las deficiencias en la transmisión aumentan el riesgo de otro nuevo apagón en el SEN, pues se espera que en los próximos meses se aumente la generación con el aumento de los niveles de El Guri.
El ingeniero Aller considera que, de llegarse a los niveles de consumo presentados en 2008 y mediados de 2009 (entre 16 mil y 17 mil Megavatios) podrían presentarse problemas por la limitada capacidad de transmisión que hay desde Guayana, principal fuente de energía del país.
En un informe de trabajadores de Corpoelec se expone que el sistema de transmisión se mantiene estable al transferir 7.400 MW desde Guayana al resto del país, pero antes de la crisis se este tope se excedía y llegaba a los 8.600 MW, con lo cual el SEN quedaba expuesto al enviar 1.200 MW por encima de su capacidad.
La falta de limpieza en los equipos ha provocado los últimos y sorpresivos cortes de energía.
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