miércoles, 28 de abril de 2010

Guri sin reposo por déficit térmico

Natalie García - ngarcia@correodelcaroni.com
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Las dificultades que enfrenta el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) no responden únicamente a la falta de agua, como insistentemente lo ha hecho ver el Gobierno durante la crisis energética. El déficit de generación de las termoeléctricas (que usan gas o derivados del petróleo) imposibilita la recuperación del embalse de la represa Simón Bolívar (Guri), obliga al Ejecutivo a incrementar los racionamientos en el interior del país y es causante de los apagones que han azotado a los habitantes del occidente.

√ El faltante térmico del país equivale a la producción de 6 turbinas de la casa de máquinas II de Guri.

√ Si las plantas a gas o diesel funcionaran correctamente sería innecesario suspender el servicio eléctrico en el interior.

√ La cota de Guri llegó a 248.55 metros sobre el nivel del mar, ocho metros por encima de la cota de colapso.

La llegada de las lluvias ha tenido un impacto favorable en torno a la crisis eléctrica nacional, toda vez que el gobierno se encargó en atribuir los problemas a la sequía.

Pero la emergencia en el sector continúa con o sin precipitaciones y son las termoeléctricas (que funcionan con gas o derivados del petróleo) las causantes del desbalance, que empuja la presión sobre las represas del bajo Caroní afectadas por la sequía.

El déficit térmico viene dado por la indisponibilidad de varias unidades en los cuatro grandes generadores de este tipo en el país. Estos son: Planta Centro, ubicada en Carabobo; Tacoa, en el estado Vargas, Termozulia y Ramón Laguna, estas últimas situadas en la región occidental.

El déficit se coloca entre los valores 2.291 megavatios (mínimo) y 3.059 megavatios (máximo), los cuales constituyen una cifra de potencia mayor al racionado en el interior del país, es decir si las unidades estuvieran disponibles en las termoeléctricas el gobierno no se vería obligado a quitarle la luz a los venezolanos, porque contaría con energía suficiente para apoyar a las hidroeléctricas cuyo caudal disminuye por el fenómeno de “El Niño”.

José Aguilar, ingeniero graduado en la Ohio Estate University en los Estados Unidos, cursante de altos estudios ejecutivos en administración de compañías eléctricas en la Universidad de Georgia, ha colaborado con Correo del Caroní para comprender la magnitud de la crisis cuyo fin se asocia con las lluvias.

Nefasta realidad

Los resultados de algunos análisis revelan que en el mes de abril, cuando el embalse de la represa Simón Bolívar (Guri) llegó a la cota 248.55 metros sobre el nivel del mar, se han suscitado numerosos inconvenientes en las centrales térmicas citadas, que empeoran el panorama.

La falta de energía térmica obliga a Guri a producir más, y en consecuencia que haya un mayor consumo de agua. La utilización del agua en estos momentos es clave, puesto que el embalse podría estar a escasos 8 metros de su cota de colapso situada en la cota 240 metros sobre el nivel del mar.

Estimaciones de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) indican que esto significaría parar la casa de máquinas II de Guri, la cual cuenta con 10 unidades generadoras de gran potencia.

Ante esta realidad, el ingeniero José Aguilar apunta que si bien es muy posible que este 2010 no se llegue a la 240, las termoeléctricas deben estar preparadas para asumir la cuota que les corresponde.

A su juicio es “injustificable” que en esta época de sequía se estén haciendo mantenimientos a unidades térmicas, a sabiendas que es durante la sequía que dichas unidades deben funcionar correctamente para suplir la generación hídrica que se pierde con el estiaje.

Obviamente el “mantenimiento” es por paradas forzadas y fuera de la más elemental planificación por la confiabilidad subestandar de los programas de mantención que inciden en una pobre disponibilidad en los momentos que más se requiere este parque generador.

Insuficiencias que pesan

Aunque mucho se ha criticado a Planta Centro, con una capacidad instalada de 2 mil megavatios, destaca el ingeniero que las centrales Tacoa, Termozulia y Ramón Laguna tampoco están bien, y prueba de ello es que los datos oficiales muestran cómo cada planta ha venido desincorporando megavatios al SEN, sobre todo a la hora de máxima demanda.

Comenta el experto que Tacoa tiene tres unidades la 7, 8 y 9. La primera viene disminuyendo su capacidad progresivamente para producir 300 MW; la segunda genera 379 MW y la 9 con capacidad para 380 MW está siendo reparada. En total sumando el déficit de la 7 y 8 y la inoperatividad de la 9 dan 485 megavatios de indisponibilidad. Nótese que esta cifra es un poco menor a los 560 megavatios de racionamiento impuesto a Guayana.

Planta Centro tiene 5 unidades y sólo la 4 funciona. Según la Oficina de Operaciones de Sistemas Interconectados (Opsis) para este 26 de abril dicha unidad estaba generando 284 megavatios y se está manteniendo estable en los últimos días pese a las limitaciones operativas de la unidad.

Las térmicas de la “tierra del sol amada” -Termozulia y Ramón Laguna- también presentan fallas. Al menos 239 megavatios están fuera de servicio entre las 5 unidades que componen ambas plantas operadas por Enelven.

Paga los platos rotos

Contabilizando la potencia fuera de servicio sólo en estas cuatro centrales hay 2.384 megavatios. Frente a estas dificultades Aguilar afirma que “por mucho que se trate de cuidar el Guri, la flota termoeléctrica tiene que dar la hora, ayer, hoy y mañana pero más que nunca ahora por Venezuela y su azotado interior en términos de generación eléctrica”.

Añade el especialista que “la ausencia de esta gran cantidad de energía en gigavatios, ha causado no sólo un impacto adverso al Guri sino además mayor razonamiento a los habitantes de los estados occidentales”.

Resalta Aguilar, quien ha supervisado 77 mil megavatios en 41 países, que le es extraño que poco se hable en los medios de comunicación de los problemas en las térmicas, mientras la mayoría de los titulares se centra en el descenso de Guri.

Si bien es cierto que la mayor parte de la generación la proveen las represas del bajo Caroní, los racionamientos están relacionados íntimamente con la falla de las térmicas, y son éstas las que deben estar operativas para que durante la sequía la población no sufra lo que actualmente está padeciendo.


Cifras mayores


Si los 2.291 megavatios (mínimo) y 3.059 megavatios (máximo) de déficit que han presentado las cuatro grandes termoeléctricas en el abril parecen mucho, la cifra total de la indisponibilidad contabilizando el resto de las térmicas en el país oscila entre 3.921 megavatios (mínimo) y 4.689 (máximo).

El ingeniero José Aguilar acota que esto equivale a tener paralizadas 6 unidades generadoras de la casa de máquinas II de Guri, de 770 megavatios de capacidad.

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