martes, 7 de agosto de 2012

Politización de la electricidad aumentó las fallas en el sistema


Enlace al artículo en El Universal

Entre el 2007 y 2010 las fallas mayores a 100 MW en el sistema pasaron de 113 a 337
Dicen que Corpoelec se convirtió en una gran Cadafe por su ineficiencia.



Antes de la creación de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) en el 2007 el país contaba con cuatro grandes empresas en el sector: Electricidad de Caracas, Edelca, Enelven y Cadafe. Dentro de ese grupo, Cadafe se encontraba en la cola al no ejecutar oportunamente los proyectos, incumplir con los mantenimientos, padecer de corrupción, todos elementos que, de acuerdo a ex trabajadores del sector, obedecen a la politización que se apoderó de la empresa.
Con el nacimiento de Corpoelec los vicios de Cadafe poco a poco se esparcieron por todo el Sistema Eléctrico Nacional (SEN). Las consecuencias se pueden ver en los hogares del interior del país que sufren de cortes del servicio eléctrico, o en las propias estadísticas de Corpoelec que arrojan un incremento de más de 300% en las denominadas fallas mayores entre 2007 y el 2011.
Estas fallas, que agrupan a todas aquellas interrupciones de más de 100 Megavatios (MW), pasaron de 113 en 2007 a 337 en 2010 según información oficial.
El año pasado alcanzaron las 503, de acuerdo a información extraoficial suministrada por el ingeniero Miguel Lara, ex director de la Oficina de Planificación de Sistemas Interconectados. Corpoelec dejó de publicar informes oficiales en noviembre del 2010, desde entonces los datos son extraoficiales.
Gestión en consenso 
Lara comentó que antes de que naciera Corpoelec la Opsis era la encargada de planificar el SEN con la participación de las cuatro grandes empresas del país, que representaban a las 15 que formaban parte del sector.
En Opsis existía un comité de planificación que elaboraba las previsiones de demanda, cuáles eran los proyectos de generación y transmisión a ejecutar. Asimismo, estaba el comité de operación que se encargaba de velar porque se realizaran los mantenimientos, coordinaba las cargas en el país y autorizaba la entrada o salida de equipos del sistema. En ambas instancias todas las decisiones se debían tomar por unanimidad entre empresas públicas como Edelca y privadas como EDC.
El ex director de Opsis comentó que en esos comités usualmente los problemas se presentaban con Cadafe. A su juicio Edelca era la joya de la corona, seguida de cerca por la EDC y Enelven. Para Lara la diferencia está en que estas empresas respetaban la profesionalización y permitían a sus profesionales alcanzar cargos directivos.
“En Cadafe no se respetaba la meritocracia, todo se regía con criterios politiqueros, los negocios, y los directivos eran del partido de turno. Y a Corpoelec la han convertido en una gran Cadafe”, dijo Lara.
Centralismo perjudicial 
Ciro Portillo, ex vicepresidente de Enelven, también comparte la idea de que Corpolec se ha transformado en una nueva Cadafe, lo cual ha hecho al sistema más ineficiente. Pero más allá de eso considera que el peor error ha sido centralizar la distribución del sistema.
“Cadafe estaba centralizada y por eso tenía problemas”, agregó. Igualmente dijo que con Corpoelec las empresas perdieron su autonomía en distribución. Comentó que en el caso de Enelven había una junta directiva regional, conformada no sólo por gerentes de la empresa, sino también por trabajadores y representantes del sector comercial.
Esa junta era la encargada de decidir las acciones a tomar en materia de distribución. Pero con la llegada de Corpoelec todas las decisiones deben pasar por Caracas, “y lo que aprueban es lo que queda”, y se dejan de lado las prioridades que acordaban en la región.
Los ex trabajadores coinciden en que la politización, que ha traído consigo una desprofesionalización del sector, sumada a la falta de inversión, son los elementos que se han conjugado para una mayor ineficiencia, potenciada en los últimos cinco años bajo Corpoelec.


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