Peritos de la Electricidad de Caracas (sustituidos por inútiles enchufados) explican que la ciudad tiene un sistema eléctrico subterráneo de anillos de alta calidad pero muy descuidado: "Son cables de alta tecnología que tienen 40 años allí y 13 sin recibir mantenimiento". El Decano de Arquitectura de la UCV añade que "Caracas está sufriendo la falta de concertación entre los diferentes poderes. Recuerda que la Alcaldía Metropolitana, llamada a liderar la planificación de la ciudad, fue marginada por el poder central una vez que ganó el candidato opositor. Ni siquiera los drenajes son tratados de una manera global". El inepto alcalde Jorge Rodríguez (su municipio bate récords de inseguridad) ante la gravísima falla eléctrica del martes, solo atribuible a la negligencia del gobierno al que pertenece y aún no superada (7 estados y Caracas siguen reportando fallas), declaró que "detrás del apagón está el sabotaje de la derecha venezolana" y Elías Jaua, miembro connotado de la banda roja, cacareó que: "lo ocurrido fue un sabotaje opositor para desestabilizar al país". Los hay más ridículos aún: "el apagón está conectado con un guión de saboteo de EEUU y Primero Justicia" (Dip. Roa).
La obsesión castrocomunista de estos 14 años ha destruido la institucionalidad y la libertad en Venezuela. Maduro, aún más que Chávez, ha perseguido a medios y periodistas y extendido la hegemonía propagandística de los medios públicos también a los privados. La prensa crítica de provincia está desapareciendo porque no recibe divisas para importar papel. El terrorismo judicial se acrecienta contra la oposición (Mardo, Caldera, María Corina, etc.). Dicen tener ya 99 diputados para aprobar la Ley Habilitante con la cual Maduro podría legislar, sentenciar, apresar y confiscar a sus anchas.
Pero las cosas no pintan bien para Nicolás y su banda. La última encuesta del IVAD revela que el pueblo no se come el cuento del "sabotaje" para justificar el caos del país: Del 73% que confiesa ser afectado por los apagones, sólo el 3,6% cree en el "sabotaje", mientras que el 62,8% culpa al gobierno. Tampoco se traga el pueblo que la "especulación" es la culpable de la inflación que devora su salario; ni que la escasez es a causa de los "acaparadores"; ni que el Imperio ha desatado una guerra económica contra Venezuela; y mucho menos el esperpento del "magnicidio". Ese disco se rayó: Las encuestas demuestran que Maduro y su banda están siendo devorados por su propio caos.
mcolomina@gmail.com
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