Venezuela: prevén mayor contracción por racionamiento eléctrico

AP

CARACAS — El nuevo plan de ahorro energético acordado por el gobierno para hacer enfrente a la crisis eléctrica, que incluye fuertes recargos en las facturas para forzar recortes en el consumo, generó el martes escepticismo y preocupación entre empresarios y analistas que temen una mayor contracción económica en el país.

Aunque las proyecciones iniciales de los analistas apuntaban a una contracción de cerca de 1% para este año, las nuevas estimaciones prevén que la caída de la economía superará esa cifra debido a las paradas que tendrán que hacer muchas industrias para cumplir con el racionamiento impuesto por el gobierno.

El presidente ejecutivo de la mayor cúpula industrial, Ismael Pérez Vigil, dijo a la AP que aunque el sector no dispone en este momento de una evaluación precisa sobre el impacto de las nuevas medidas, admitió que el recorte de 20% en el consumo eléctrico que deberán cumplir las industrias y comercios "va a impactar" en la producción.

La economía venezolana registró al cierre del año pasado una caída de 2,9% arrastrada por la contracción de sectores claves como la industria petrolera, la manufactura y el comercio.

Luis Vicente León, director de la encuestadora privada Datanálisis, afirmó el martes que las restricciones en materia eléctrica impuestas al sector productivo van a tener una "implicación negativa en el productor interno bruto nacional".

"Vamos a tener una contracción importante en la actividad económica que obliga, sin duda, a recalcular todos los estimados iniciales de crecimiento económico, y nos ubique en un plano que podría ser de estancamiento hacia recesión económica a lo largo de este año. Un PIB que podría estar ubicándose entre cero y menos 2% para este año", dijo León a la prensa.

El presidente Hugo Chávez decretó en la víspera un estado de emergencia eléctrica para agilizar las adquisiciones de nuevos equipos en medio de la crisis genera por la sequía de la represa del Guri, que es la mayor generadora de electricidad del país, y las deficiencias del sistema termoeléctrico.

El vicepresidente, Elías Jaua, dijo el martes a la prensa que el decreto permitirá "acelerar la construcción de más de 30 proyectos en este primer semestre del año, con la finalidad de tener una fuente de compensación alternativa, frente a la situación no esperada de que el sistema hidroeléctrico del Guri...no pudiera seguir funcionando", según reseñó la agencia estatal de noticias.

Chávez acordó también un plan de ahorro energético para obligar a los "altos consumidores residenciales" a que reduzcan el consumo en un mínimo de 10% al mes ya que de lo contrario tendrán un recargo de 75% sobre la factura mensual.

El mandatario precisó que si "los altos consumidores residenciales" incurren en incrementos de 10% o más en el consumo se les aplicará un aumento de 100% a su factura, y si elevan la demanda en 20% el recargo en la facturación será de 200%.

En el caso de las industrias y comercios se fijó una reducción mensual del consumo eléctrico en 20%, deberá ejecutarse en dos partes: 10% en el primer mes, y el restante 10% en el segundo mes.

Chávez advirtió que los comercios e industrias que no cumplan el recorte de consumo serán sancionados con la "suspensión del servicio eléctrico" por 24 horas, y que si reinciden tendrán un nuevo corte de luz de 48 horas o la paralización del servicio por tiempo indefinido.

El profesor de la Universidad Simón Bolívar, José Manuel Aller, expresó dudas sobre la efectividad de las nuevas acciones en materia eléctrica, y dijo a la emisora local Unión Radio que "muchas de las medidas que se han anunciado pues corresponden realmente con un nivel de improvisación que es verdaderamente increíble".

Aunque el gobierno sostiene que la crisis eléctrica es consecuencia del fenómeno climático del Niño, Aller dijo que "el problema en este momento es más de energía...No tenemos combustibles ni el agua suficiente en este momento para satisfacer la demanda (eléctrica)", agregó.

Chávez canceló el martes a ultima hora su asistencia a la cumbre de Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en Quito alegando que estaba "evaluando los planes de trabajo y programas para contrarrestar la problemática energética que vive nuestro país".

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