jueves, 6 de enero de 2011

La insuficiencia eléctrica (II)

Enlace al artículo en la Verdad

Corpoelec reduciendo la demanda en 12 por ciento, implica que seguiremos con cortes, apagones y pobre economía

José Aguilar / Ingeniero / jgasaguilar@hotmail.com - - 06/01/2011 00:00 06

En entrega anterior (23 diciembre) establecimos que el yugo por crisis Corpoelec y PDVSA azota la economía venezolana y calidad de vida de los venezolanos al ponerse en curso de colisión. Tenemos una creciente oscuridad arrancando el 2011: Falta de fluido eléctrico y único país de América Latina en el siglo XXI que niega al pueblo ver por Internet su sistema eléctrico, tan mal estamos en Venezuela que aún en países satelitales "de su proceso" como Bolivia y Nicaragua, sus habitantes sí pueden ver su sistema eléctrico en la web.

Sumamos la aberración del artículo 108 de la nueva Ley de Servicios Eléctricos que establece pena de 16 años de cárcel para quien revele "información secreta" sobre el sistema eléctrico, hablar de la dura realidad eléctrica se considera mayor crimen que el castigo para un violador.

Es un tratamiento erróneo, contrario al ADN energético de la nación ya que las soluciones técnicas de múltiples desafíos (formas) son empantanadas por agenda política (fondo). Venezuela es lo que es hoy gracias a los desarrollos hidroeléctricos.

No corrige la crónica indisponibilidad térmica de unidades, ya instaladas suficientes para la demanda prevista por los próximos cinco años, pese a su edad; tienen todavía un 50 por ciento de vida remanente, ya que la generación hidroeléctrica ha llevado la batuta.

La expansión térmica es injustificada, además de costosa, por increíble que parezca en la Venezuela del siglo XXI, no hay los combustibles para propulsar nuevas unidades de tocarnos una hidrología promedio o seca, hecho muy probable que nos ocurra de aquí al 2015.

Corpoelec reduciendo la demanda en 12 por ciento, implica que seguiremos con cortes, apagones y pobre economía, desmerita las inversiones estimadas de aquí al 2015 en 45 mil MM US$ y cuya operación demanda más de 15 mil MM US$ anuales en combustibles, ambas cosas no las tenemos.

Negligente y criminal negar al país sus dos mejores cartas de competitividad: la autóctona orimulsión (térmica) 6.50 US$/barril de infinitas reservas, para usar diésel a 118 US$/barril, por insuficiencia de gas y un no a la hidroelectricidad teniendo más de 30000 MW adicionales realizables. La agonía continuará imperativo el cambio político.

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