Enlace al artículo en El CarabobeñoLitzy Sanz Nava
Puerto Cabello, enero 2 (REDACTA).- "Planta Centro es una instalación termoeléctrica ubicada en el estado Carabobo, operativa desde 1978. Es el complejo termoeléctrico más grande de América Latina. Tiene una capacidad instalada de generación de dos mil MW, a través de cinco unidades de 400 MW cada una. Es una estación térmica que utiliza agua, aire y combustible (fuel-oil) como materia prima.
Sus cinco unidades fueron construidas originalmente para funcionar con fuel-oil, con el objeto de aprovechar la cercanía de la Refinería El Palito. Su diseño y construcción estuvieron determinados por las necesidades de uso de combustible residual de la refinería, así como definiciones de política de consumo interno de hidrocarburos que consideraban la no utilización de gas natural para la generación eléctrica".
Quince años atrás, este texto solía ocupar un importante centimetraje en los diarios de circulación nacional y local para hacer referencia a estas instalaciones que constituían el orgullo más grande del sector eléctrico.
En el 2002, a la par del paro petrolero, las precarias condiciones en que se encontraba Planta Centro fueron puestas al descubierto ante la opinión pública por trabajadores adscritos al entonces Frente Revolucionario del Sector Eléctrico. "La termoeléctrica atraviesa por una grave, preocupante y peligrosa situación", alertaban en sus declaraciones, en sus ámbitos técnico, administrativo y laboral, resultado de la implementación de una política de privatización solapada, presuntamente auspiciada desde la presidencia de la Corporación con el apoyo de las vicepresidencias de Generación, Transmisión, Finanzas y Consultoría Jurídica.
Además, denunciaban que la disponibilidad y confiabilidad de la termoeléctrica no eran seguras, sino al contrario, inestables y de alto riesgo en virtud del estado precario en que se encontraban sus unidades de generación, debido al descuido, negligencia y desinterés manifiestos de sus autoridades para rehabilitar su infraestructura.
Sin cambios
En 2010, es decir ocho años después de esas denuncias, las cosas no parecen haber cambiado mucho. A la Unidad II, fuera de servicio desde octubre de 2009 tras sufrir un voraz incendio, en este año 2010 se le sumó la Turbina I, puesta en operatividad en abril tras seis años de su parada para trabajo de reconversión. Una explosión en las tubería de alimentación de las calderas y posterior incendio la sacaron de servicio.
Atrás quedó la promesa hecha en marzo pasado por el ministro de Energía Eléctrica, Alí Rodríguez Araque, cuando anunciaba que en agosto de 2010 Planta Centro generaría más de dos mil MW. El miércoles 22 de diciembre de este año, la central hizo un aporte al Sistema Interconectado Nacional (SIN) de 290 MW a cargo de la Unidad III. La Turbina IV, paralizada por cinco semanas para trabajos de mantenimiento mayor, permanecía aún en protocolo de prearranque con 80 MW.
Dólares y personal extranjero
Millones de dólares aportados por los contribuyentes venezolanos, el anuncio de investigaciones que ocuparon las primeras páginas de diarios impresos de todo el país, disputas y rivalidades entre los trabajadores, así como la polémica exportación de 600 obreros cubanos para realizar tareas diversas en la central térmica, parece que han sido acciones insuficientes para cumplir la palabra ofrecida.
Proyectos: modernización y rehabilitación
Según el portal web de Corpoelec, inversión para modernizar y devolverle la efectividad en sus operaciones a Planta Centro le costaría a la nación 978 millones de bolívares fuertes. Su período de ejecución era desde mayo 2002 hasta junio 2009. El mismo portal hace alusión a que el proyecto ha avanzado 62%. Pero en estas instalaciones, apuntan sus propios trabajadores, no se ven ni la plata ni las mejoras.
Las autoridades eléctricas centran todas sus esperanzas en la -aún en construcción- Unidad VI. Esta turbina le costará a la nación 400 millones de dólares. A través del Fondo Conjunto China-Venezuela, el Ministerio de Energía Eléctrica logró suscribir un contrato de 400 millones de dólares de inversión mediante el cual se construirá y pondrá en marcha la referida turbina (Planta Centro II).
Esta sexta unidad poseerá una capacidad de generación entre 500 y 600 MW. Con el contrato, el Ejecutivo Nacional pretende mantener el balance de energía proveniente del Guri. En una nota de prensa en la página Web del Mepp, el comisionado nacional de Generación de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), Félix Rodríguez, enfatizó que la concreción de este proyecto tendrá un importante impacto en la estabilidad del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) en función de maximizar el aprovechamiento de la trasmisión de la energía proveniente del Guri.
Fuerza laboral: Entre incumplimientos contractuales y amenazas de prisión
Afectados por los incumplimientos en materia de beneficios contractuales, además de las amenazas de prisión tras ser acusados de saboteadores, aún los trabajadores del sector tienen la voluntad de exigir acciones concretas que saquen a las instalaciones de la crisis en la que está sumida.
El cortocircuito que rompe el ya debilitado conductor que unía a la fuerza laboral con su patrono Corpoelec es ocasionado por diversos aspectos: el incumplimiento de importantes cláusulas contractuales asentadas en la convención laboral aprobada en agosto de 2009, una Ley que regirá la actividad y servicios eléctricos en el país, donde se amenaza con ocho años de prisión a los eléctricos que sean acusados de sabotaje; así como el incumplimiento del pago de la primera quincena de diciembre de 2010 a 35 mil trabajadores de la nómina de Cadafe-Corpoelec. El sector aclara que son motivos suficientes para el descontento reinante.
De los directivos de la Federación Nacional Eléctrica tampoco tienen nada bueno que decir. Estos fueron calificados por la masa trabajadora como "sindicalistas patronales". Les acusan de ser cómplices silentes de la gerencia de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), porque ahora, sentencian, "ellos también están en esa directiva".
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