El Ejecutivo nacional suspendió el decreto de emergencia eléctrica la semana pasada, entre otras cosas, por la recuperación del embalse de Guri, el corazón de la fuente eléctrica en el país, a causa de las lluvias. Pero la situación de la central hidroeléctrica trasciende el estado del tiempo. Así lo muestra un documento presentado ante la directiva de Edelca y al cual Correo del Caroní tuvo acceso.
Natalie García
ngarcia@correodelcaroni.com
El sostenido desempeño de las unidades de generación de la represa Simón Bolívar, la falta de mantenimiento y la ausencia de inversiones oportunas elevaron la indisponibilidad de la central hidroeléctrica más importante del país. De las 20 turbinas siete están paralizadas, cinco en casa de máquinas I y dos en casa de máquinas II.
La información fue presentada en una reunión de junta directiva de Edelca y está respaldada en una presentación técnica que llegó a la redacción, cuyo contenido, por cierto, ya circula en internet como alerta.
La situación descrita en el documento revela que hay un contundente desgaste de las unidades de generación, acentuado especialmente en la casa de máquinas I cuya puesta en marcha data de 1968 en el caso de las turbinas 1, 2 y 3. Los expertos en materia de generación aseguran que no es casual que el 50 por ciento de la potencia de dicha casa de máquinas no sea utilizable.
José Aguilar, consultor internacional en más de 40 países, señala que la situación descrita en el mencionado informe es “gravísima” y da cuenta de un problema que requerirá de no menos de 5 años para resolverlo.
Desde hace meses el ingeniero ha realizado estudios e investigaciones del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) e inclusive fue contratado por Cadafe a mediados del 2009 para realizar un diagnóstico y generar recomendaciones que permitiesen la recuperación del parque generador.
Estrategias erradas
Basado en su experiencia, Aguilar advierte que la realidad eléctrica venezolana tiene como principal culpable “el factor político”, que ha derivado en la “pésima gerencia”.
En el caso de la central hidroeléctrica Simón Bolívar (Guri) su déficit alcanza los 4.665 megavatios, equivalente a lo que genera el 98 por ciento de la central Antonio José de Sucre (Macagua) y la totalidad del complejo Francisco de Miranda (Caruachi) juntos.
Esto quiere decir que los problemas del llamado “coloso del Caroní” restan a la generación nacional un importante valor de potencia eléctrica, que muy a pesar de la recuperación del embalse de Guri no podrá ser puesto en funcionamiento.
Ya en anteriores publicaciones de este medio, se ha reseñado la alta indisponibilidad de Guri. En octubre y diciembre del pasado 2009 un informe diario de la central informaba de 8 unidades “paradas e indisponibles”, y en aquella oportunidad los directivos de Edelca empleaban el término “circunstancial” para definir el status de los inconvenientes.
Empeoramiento sostenido
Hasta la fecha -según el informe más reciente de Edelca- y las consultas a técnicos que laboran en la central están fuera de servicio las máquinas 2, 6, 8, 9, 10, 12 y 15.
La 9 y 12 son objeto del Plan de Modernización de Planta Guri (PMPG). La 15 entró recientemente en mantenimiento mayor; la 8 fue rehabilitada y entregada en diciembre e inesperadamente sufrió un percance donde varias piezas se salieron de su lugar el 2 de mayo; la 10 tiene daños en el anillo de descarga y está siendo reparada. La 2 y la 6 se encuentran desarmadas.
Asimismo, hay sobradas razones para temer la paralización de las unidades 11, 13, 17 y 19 cuya rehabilitación fue hecha por la empresa Norcan a inicios del 2000 y presentan un deterioro acelerado con relación a sus homologas que aun tienen el diseño original. Este grupo de máquinas presenta problemas con los cojinetes autolubricados instalados por el fabricante, pieza que requiere ser cambiada.
Las máquinas 16, 18 y 20 con rodetes -la pieza que entra en contacto con el agua- Hitachi, según lo indicado en el informe de Edelca, “tiene alta probabilidades de fallas”. Dichas turbinas originalmente suplidas, tienen 25 años funcionando con un diseño inadecuado y debieron ser incluidas en un plan de modernización para corregir sus debilidades, el cual está rezagado.
Dramático cambio
Lo ante expuesto se traduce en que la disponibilidad del Guri ha caído a menos de un 70 por ciento, lo cual “es intolerablemente muy bajo, la experiencia indica que cuando esto ocurre, comienzan a suscitarse más fallas, resultando en menos confiabilidad y disponibilidad de potencia”.
Añade el especialista que ante el tamaño de estas unidades en casa de maquinas II, segundas más grandes del mundo, nada se puede hacer muy rápido.
Basado en los informes de Edelca, el Centro Nacional de Gestión y la Oficina de Operación de Sistemas Interconectados (Opsis), José Aguilar opina que en tres años (desde el 2005 hasta 2008 que son los datos hasta ahora publicados) de atrasos de mantenimientos y desinversión “se echaron por la borda seis décadas de generación eléctrica confiable”.
A las apreciaciones del especialista se le incorporan las de técnicos trabajadores de Edelca, cuya vida profesional ha estado dedicada a Guri. Escudados en el anonimato los empleados comentan que en los últimos años la falta de recursos lo ha obligado a aplicar “canibalismo mecánico”, es decir sacar piezas de unidades indisponibles para reparar fallas, lo que evidencia “la calidad del manejo de las unidades y el poco interés en mantener en óptimas condiciones la generación”.
La situación es tal que muchos consideran, y así lo han hecho saber en las reuniones de junta directiva y reuniones internas de la central que “el Guri se ha convertido en una chatarra”, y ha salido a la luz gracias a los constantes comentarios y el descontento del personal eléctrico.
Apunta José Aguilar que “sin un Guri sano no es posible recuperar el SEN, las empresas básicas, el aparato productivo nacional y la calidad de vida de los venezolanos”.
Contradicciones
Desde el inicio de la crisis eléctrica hasta la vuelta de las lluvias, mucho se ha dicho y prometido. Para este año se anunció la incorporación de al menos 5.900 megavatios de nueva generación térmica para atender la demanda situada en poco más de 15 mil megavatios.
Una presentación visual de la Corporación Eléctrica Nacional señala que los atrasos en las obras podrían ocasionar que de la cifra citada sólo fuesen incorporados 1.621 megavatios.
El presidente de la Federación de Trabajadores Eléctricos (Fetraelec), Ángel Navas, informó en una entrevista concedida a este medio que este año lograrían incorporar poco más de 4 mil megavatios, de ser así la posible ganancia en potencia termoeléctrica quedaría diluida por la indisponibilidad de la represa Simón Bolívar (Guri) que esta situada en los 4.665 megavatios.
Todo esto da cuenta que aún cumpliendo el Gobierno las metas trazadas los problemas del “coloso del Caroní” impedirían una real recuperación del Sistema Eléctrico Nacional (SEN). Ante este panorama son ineludibles los racionamientos para seguir esquivando la posibilidad de un colapso eléctrico, de acuerdo a lo expresado por el especialista José Aguilar.