lunes, 3 de octubre de 2011

El ABC de José Manuel Aller

“La información sobre la crisis eléctrica se censuró desde noviembre de 2010”

Escrito por Macky Arenas el Sep 29th, 2011

Enlace al Artículo en el Semanario ABC

Desde los años ‘50 no conocíamos un tramo tan dramático como el actual. La alta y media gerencia de la industria han sido sustituidas por afectos al partido de gobierno, declara el experto en Energía Eléctrica de Potencia y profesor de la Universidad Simón Bolívar.
Macky Arenas

Graduado Cum Laude y Magister en su especialidad. Ha sido un sobresaliente Profesor de la Universidad Simón Bolívar. Experto en Energía Eléctrica de Potencia y autor de textos en la materia. Ha servido durante mucho tiempo en labores de Planificación con las Empresas de Energía. Es especialista en máquinas eléctricas y con esa experiencia a cuestas, ha pasado largas temporadas por Hidrocapital, empresa que conoce al dedillo.  Con una increíble elocuencia a la hora de exponer tan complejos y áridos asuntos ha recorrido cuanto foro se apresta a escucharlo convencido de que a la gente, sobre todo si se trata de temas que la afectan en puntos vitales, hay que hablarle claro y cuanto antes mejor. Si hay algo que angustia a la población, sin distingos, es el muy deficiente servicio eléctrico. Estas son las reflexiones de José Manuel Aller para los lectores de ABC de la Semana.

- Recapitulemos: desde el mes de junio Corpoelec justifica los duros racionamientos de electricidad en 19 estados del país “por razones de necesidad”. ¿Qué motiva esa necesidad?
-  El gobierno esgrime múltiples razones, pero la verdad es que en los últimos 12 años no hay interés en el sector eléctrico y mucho menos inversión en el área. Tampoco una gerencia adecuada que maneje el sistema  eléctrico nacional. Los recursos no bastan. El sistema eléctrico está compuesto por 4 áreas. En primer lugar, la generación. La gente comprende que, debido al crecimiento poblacional, a la actividad de las empresas y el movimiento de las ciudades, se requieren nuevas fuentes de energía que respondan a esa demanda. Pero eso no es lo grave, sino que el mantenimiento de lo que hay se hace de manera deficiente y apresurada  razón por la cual comienzan a salir plantas fuera de servicio.
- ¿Cuál es el núcleo del problema de la generación?
-  Cuando no la hay, especialmente generación térmica con combustibles fósiles derivados del petróleo,  el problema que resulta es la incapacidad para transmitir la energía desde las fuentes de generación hidroeléctrica que tenemos en Guri hacia el centro-occidente del país.  Esa vía sólo permite 8.000 megavatios y el gobierno estaba sobrecargándola. Eso es lo que ocasionaba apagones en medio país.
-  ¿Otros problemas aparte de la generación?
- Tiene que ver con el día a día de los venezolanos. Se trata del sistema de distribución, transformadores sobrecargados, líneas de subtransmisión y distribución también saturadas que empiezan a fallar y están muy cerca del usuario. Son facetas del problema que a lo mejor no reciben la difusión correcta pero que están allí y afectan más de lo que la gente imagina las operaciones de todo el sistema.
- Pareciera que estamos ante una maraña frente a la cual no hay capacidad técnica. Aún recuerdo cuando se justificó las fallas que comenzaron a notarse porque no llovía y el Guri no alcanzaba los niveles…
-  Eso nunca fue verdad. La crisis arrancó verdaderamente con mucha fuerza en el 2001, pero se la logró disimular por la entrada en funciones de Caruachi en el 2003; luego el paro también difuminó su real dimensión porque el país dejó de crecer tan rápidamente. Siguió una época de lluvias que solventó en parte el problema. Han pasado diez años a lo largo de los cuales la crisis no ha hecho sino agudizarse sin que se hayan puesto en práctica las medidas necesarias. El resultado es que ahora se trata de una crisis estructural.

-  Dicen que la desinversión ha tocado picos al ejecutarse tan sólo el 25% de los proyectos eléctricos, en los cuales se extravían 75 de cada 100 dólares invertidos…
-  Ese es el siguiente problema al cual iba a referirme. Desde el 2002 no se incrementan las tarifas eléctricas, pero el gobierno tampoco paga la energía que consume. El 40% de la energía que se produce en Venezuela no tiene dolientes, no hay medidores para saber quién consume y cuánto se consume. La situación es caótica, grave.
-  Pero eso es diferente a decir que hay derroche de energía…
- Es que eso no es verdad. Hay un estigma de que la gente humilde consume mucha energía que nosotros pagamos. No es cierto. Los pobres de todo el país consumen sólo el 5% de la energía eléctrica, así que no pueden tener responsabilidad en este enorme problema. Toda la población, en sus casas y en todo su desarrollo, consume sólo en 25%. El resto de la energía, al menos un 27% más que la gente común, lo consumen las empresas básicas de Guayana que no están produciendo absolutamente nada. El 14% lo está consumiendo el propio Estado, alcaldías, gobernaciones, que tampoco pagan. Luego tenemos a las empresas de servicios como Hidrocapital que consume en cantidades enormes porque la necesita para darnos agua. La industria, el comercio, servicios públicos en general requieren del 28% de la energía. Ese es el mapa del consumo. Ante esto es fácil deducir que los grandes despilfarradores son el gobierno y las empresas básicas.
-  Pero nos acusan a los usuarios particulares y hasta se  ha llegado a esgrimir excusas como la sequía…
- El “Niño” y todo esto de la sequía terminó el año pasado que, para colmo de males, fue el más lluvioso de los últimos sesenta años en el país. Los caudales fueron enormes y el embalse de Guri, nuestro principal proveedor de energía eléctrica, está a rebosar y se está botando mucha agua pues los caudales  exceden lo que estamos consumiendo. Así que no tiene nada que ver y nunca ha tenido nada que ver lo que sucede en esa represa la cual, por cierto, se diseñó para no tener problemas en épocas de sequía.  La sequía del año pasado no fue importante, pero se la señaló como causa. Otra excusa más peregrina fue aquella del animalito que producía deterioro en el sistema eléctrico…

Tensiones internas en el gobierno

-  La fulana iguana que salió a relucir…
-  ¡Si usted piensa que la iguana ni siquiera tiene dientes, menos entiende cómo puede ser culpable de semejantes problemas eléctricos en el país! Todo para tratar de enmascarar una crisis muy grave, ahora que el gobierno está atrapado en medio de un panorama que tiene repercusiones políticas muy serias para su gestión. Se ha visto forzado a prometer plantas e inversiones que no se plasman en realidad.

- ¿Qué las impide, si tanto daño le hace esta situación al gobierno y dinero no le falta?
-  Tenemos conocimiento de tensiones internas en el seno del propio Ejecutivo, de grupos que se pelean por el control de obras y ello es un factor decisivo para exlicar la inacción del gobierno.
- Un subterfugio del gobierno ha sido castigar al interior por miedo a Caracas. Pero en este cuadro, ¿por cuanto tiempo estará la capital a salvo dentro de una burbuja de cristal?
-  Caracas no se puede mantener  a salvo. Se han perdido las unidades 7 y 8 de Tacoa, lo que hace agobiar aún más al resto del país. Se mantiene la especie de que a Caracas no se la puede racionar, pero técnicamente es factible a pesar de lo complicada que es esta ciudad. Eso ha hecho que el interior sea más duramente castigado. Es una situación delicada, explosiva y medio país paga las consecuencias de una situación de la cual no tiene culpa.
-  ¿Existen maneras de compartir la responsabilidad?
-  El año pasado la ciudad de Caracas contribuyó más al ahorro energético que cualquier otra parte del país. Eso no se ha explotado lo suficiente. Fue a través de la facturación, a partir de la cual es posible controlar el consumo. El problema es que desde el año 2002 las tarifas están congeladas en un país donde la inflación ha rondado el 30% interanual durante lo últimos 9 años. La tarifa eléctrica venezolana es la más baja.
-  Los gobiernos temen aumentar ciertas tarifas, sobre todo cuando el servicio es inaceptable…

- Tienen razón al temerle porque es suya la responsabilidad de haber mantenido tan bajas las tarifas y haber causado la desinversión  que acabó con el servicio. Pero del esfuerzo económico para restituir la eficiencia del sistema nadie nos salva: la mayor inversión debe venir, por supuesto, del Estado, pero a los empleados del sector hay que pagarles y las actuales tarifas no dan para eso.
Supuestos técnicos cubanos
-  Como ocurrió por razones políticas en el sector petrolero, ¿se ha desprovisto de personal capaz a la industria eléctrica?

-  La alta y media gerencias de la empresa  sí han sido sustituidas por personal con poca experiencia y conocimiento, afectos al partido de gobierno. Se ha traído supuestos técnicos cubanos o de otros lugares no familiarizados con nuestra industria y prioridades.  Ellos han tomado las riendas teniendo muy poca experiencia en un sistema tan complicado como el venezolano. Eso representa un escollo muy importante para superar esta crisis.
-  ¿Qué lo hace tan complejo?

-  Hasta los años ‘90 era considerado de primer mundo. Un sistema que manejaba líneas de 800 kilovoltios, con centrales de las más grandes del mundo y plantas de generación impresionantes. Teníamos siempre algunos problemas de distribución, pero llegaba la electricidad al 98.8% de la población, cosa que no pueden decir muchos países latinoamericanos. Esa realidad se nos está revirtiendo. Desde los años ‘50 no conocíamos un tramo tan dramático como el que hoy vivimos en Venezuela.
-  ¿Cuánto contribuye el descalabro de Guayana a lo que está pasando con el sistema eléctrico?
-  Allí hay una realimentación. El año pasado, como teníamos un problema muy grave de energía y sobreexcedió el gasto de agua en Guayana, fue necesario apagar las industrias. Se las llevó a menos de la mitad en su consumo. Este año tenemos energía de sobra en Guayana, la que no podemos transferir a las empresas pues por razones eléctricas y por conflictos laborales aún están detenidas. Pero, aunque parezca mentira, a pesar de que esas empresas ahora no tengan consumo eléctrico suficiente, enviamos menos energía al sistema, pues ellos actúan como un amortiguador del mismo sistema. Cuando ellas no consumen, ese canal que normalmente es de 8 mil megavatios se reduce a 7.500. Es decir, aún perdemos capacidad de transmisión debido a la baja carga.  La economía, la sociedad se perjudica y eso se traduce en inferior calidad de vida.

-  ¿Por qué tanta gente competente deja de pronunciarse a fin de presionar decisiones en esta materia tan vital para el país?

-  Es obvio que existe temor de expresarse públicamente. Sabemos que puede haber represalias, principalmente para quienes trabajan en el sector público y presencian los desastres. Quienes trabajamos en universidades tenemos un margen más o menos seguro, por ahora. Las empresas privadas pueden recibir presiones para desincorporar ingenieros que den testimonio acerca del estado de las cosas o digan cómo tendrían que hacerse. La gente tiene que trabajar en algo. Le digo abiertamente: la información eléctrica se censuró desde noviembre del año pasado. Los ingenieros estamos a tientas y lo que sabemos es porque, de tanto en tanto, llega un “wikileak” con información acerca de la situación. Por ejemplo, el actual exceso de caudal en Guayana, en la represa Tocoma, circunstancia que el país desconoce debido a la censura. Censura con proyectos, con trabajos,  ausencia absoluta de datos de la realidad. Eso tiene que saberlo la población.


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