jueves, 29 de octubre de 2009

El racionamiento eléctrico en el país choca con una gerencia ineficaz

El inocultable fracaso del Gobierno nacional en materia de suministro eléctrico, provocado por años de desinversión, se traduce hoy en apagones y decretos presidenciales que invocan el ahorro de energía bajo el pretexto del “derroche” en el consumo. Pero mientras se exigen conductas acordes con la realidad eléctrica, parte del alumbrado público de Ciudad Guayana funciona de día y noche. La crisis en el sector eléctrico ha obligado al gobierno a reconocer el problema y pedir la aplicación de medidas orientadas hacia el ahorro de energía. Sin embargo fallas gerenciales y de planificación se hacen presentes incluso en tiempos de racionamiento.

Aun cuando en el país no hubiese problemas eléctricos tal situación es injustificable. El presidente Hugo Chávez habló hace días de las dificultades en el sector y ordenó ahorro para todo el mundo, en especial a las empresas estatales porque el ejemplo debe entrar por casa, pero y ¿las avenidas qué? Algo sucede.

La capacidad energética del país es de 23 mil megavatios, pero a duras penas el parque generador, comprendido a groso modo en dos grandes bloques hidroeléctrico y termoeléctrico, produce poco más de 16 mil megavatios que son insuficientes para satisfacer la demanda máxima requerida.

Con este panorama el racionamiento y el ahorro son inminentes. El experto energético José Manuel Aller explicaba días atrás que el ahorro de electricidad es la única vía para ayudar a resolver el problema y evitar males mayores.

Sumado a esto indica que el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) dejó de recibir 18 mil millones de dólares en 10 años y esto ocasionó su deterioro, que deja las consecuencias ya sabidas, apagones en 17 estados del país y cortes diarios.

Cultura de derroche

El ingeniero Igor Gavidia, quien ofreció una ponencia sobre la crisis eléctrica este miércoles en Venalum, explicó que más allá de las dificultades -y los esfuerzos del gobierno para que el SEN funcione correctamente- hay un problema de conciencia de los venezolanos.

Dicho problema tiene que ver con el derroche de energía, y en cuanto a esto dijo que una muestra es que las avenidas en Guayana están alumbradas día y noche, al igual que las luces de las oficinas y las casas, "porque no hay la conciencia". En este caso cabe preguntarse ¿conciencia de quién? ¿del mismo Estado?

Destacó Gavidia que además de todo lo que necesita el SEN los residentes del país tienen que aportar su granito de arena para que haya un uso de energía que permita la optimización del servicio.

Indicó que hay ciertos hábitos que siendo cambiados pueden contribuir con el ahorro de energía, entre ellos está el no usar las lavadoras en los horarios pico que son de 12:00 del mediodía hasta las 3:00 de la tarde, y de 6:00 de la tarde hasta las 9:30 de la noche. Recomienda Gaviria que la lavadora y la secadora puede ser usada por ejemplo a tempranas horas de la mañana o al final de la noche, después de las 9:30.

Igual ocurre con los aires acondicionados, si no los está necesitándo apáguelos. Si sale de su casa apague los equipos y deje las luces internas apagadas, en la oficina debe aplicarse la misma operación.

Medidas para mejorar

El ex trabajador de Edelca habla de derroche tanto el sector público como el privado, pero si todos ponen de su parte la situación puede ser más llevadera. Apuntó que por ejemplo, aplaude que el alcalde haya iluminado de nuevo a la ciudad, pero a la vez recomienda que en vez de poner tantas luces se evalúen cuántas son en realidad necesarias.

"Quizás pueda colocar en vez de luces en las dos hileras de una avenida, en una farola sí y en la otra no, de cada lado para que la vía esté igualmente iluminada pero haya un ahorro y así colaborar para que todos podamos tener energía en nuestras casas".

Referente a las empresas básicas, dijo que a la hora de hacer paradas de mantenimiento que requieren de un consumo grande, lo deseable es que estas se hagan fuera de los horarios pico ya reseñados, para así no contribuir con la sobrecarga del sistema.

En vista de los problemas energéticos en el país Igor Gavidia advierte que es necesario cambiar hasta los esquemas de arquitectura, para que las edificaciones aprovechen el uso de la luz natural y así haya un sustancial ahorro de energía en beneficio de todos.

Puso como ejemplo que en el edificio administrativo de Planta de Pellas en Ferrominera Orinoco hay dos entradas muy bonitas, pero que eran totalmente innecesarias.

"En otros países como los Estados Unidos quizás sea necesario esto porque uno llega del frío y necesita aclimatarse para luego entrar a un lugar, pero aunque sea muy bonito aquí no es así y tenemos que adaptarnos a nuestra realidad tropical".

Correo del Caroní
Natalie García
http://www.correodelcaroni.com/content/view/139746/1/

YU

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