domingo, 10 de enero de 2010

Maritza Izaguirre: Racionamiento eléctrico será inútil si no se planifica e invierte

Con la autoridad de haber promovido el desarrollo industrial del sur del Orinoco, tanto desde el sector público como del privado, Izaguirre advierte que cerrar las empresas básicas de Guayana no resolverá la crisis eléctrica. "La Electricidad de Caracas estuvo 102 años en manos privadas y nunca hubo problemas de electricidad en la capital, nunca", recordó

Maritza Izaguirre ha estado involucrada con las industrias básicas de Guayana desde que nacieron, en 1960. Fue una iniciativa de desarrollo polarizado para que Venezuela dejara de ser país exportador de materias primas y dependiente del petróleo y se convirtiera en una nación industrializada capaz de producir lo que consume. Por eso, Izaguirre frunce el ceño, en señal de preocupación, cuando se le consulta sobre el eventual cierre de las empresas del sur del Orinoco, anunciado por el ministro de Energía, Ángel Rodríguez, para afrontar la crisis eléctrica.

"Cerrar las empresas básicas no resolverá la crisis energética. El problema se resuelve con la recuperación de la planificación a largo plazo y la asignación oportuna de recursos para inversiones en mantenimiento y tecnología".

Hasta los primeros años de la gestión del presidente Hugo Chávez, Izaguirre ejerció funciones estatales en Cordiplan, Conicit, BCV, Ministerio de Finanzas, Banco Interamericano de Desarrollo y el Fondo Monetario Internacional. Sin embargo, destaca el aprendizaje que adquirió como presidenta de Sidor durante su privatización.

"Nos dimos cuenta de los especiales esfuerzos que debíamos hacer para mantener la calidad de la producción, incluso en situaciones de contingencia derivadas de fallas en el suministro de electricidad o gas".
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­El Gobierno sostiene que las inclemencias climáticas y los efectos de El Niño son las principales causas de la crisis energética.

­Todo se puede planificar. El Niño es un fenómeno cíclico previsible. Lo que hay es que poner de acuerdo a los involucrados ante posibles contingencias. Si yo paro dos hornos de Sidor (como se hizo a partir del 22 de diciembre para ahorrar energía) debería aprovechar ese lapso para hacer mantenimiento. Pero, al parecer, se pararon y ya. Además, se pueden lograr convenios con otras grandes compañías del negocio siderúrgico para honrar los compromisos con los clientes. Esa fue una práctica recurrente y eficaz en la industria petrolera.

­¿Podría ser un cierre definitivo? ­Aspiro a que no y a que se preserven y optimicen las potencialidades de las empresas. Hasta un cierre temporal implicaría pérdida de producción y de mercados por insatisfacción de la demanda.

Vendrán otros que sustituyan nuestras deficiencias. Y además de la reversión del desarrollo industrial que se puede lograr desde el sur, el país tendría menos ingresos de divisas por fallas de exportación.

­Ni el mismo Gobierno se atreve a afirmar que las empresas de Guayana están funcionando bien. ¿Por qué están operando mal? ­Con la institucionalidad capacitada y eficiente que tuvimos con la CVG logramos avanzar los primeros 15 años.

Pero vino el boom del alza de los precios del petróleo y nos volvimos locos. Aquella oferta del ex presidente Carlos Andrés Pérez de administrar la abundancia con criterio de escasez no fue real. Se amplió la capacidad instalada de esas empresas, pero no se previó la fluctuación de los precios del petróleo que, en definitiva, condujeron a recortar las inversiones y al endeudamiento. Todo ello hasta llegar al extremo que resumió Luis Herrera Campins al asumir la Presidencia de la República: "He recibido un país hipotecado". La desinversión se agravó con la complejidad de los negocios que desbordó la capacidad gerencial del Estado venezolano. Aunque por razones ideológicas se revirtió la privatización de las empresas básicas las fallas de gestión no han sido subsanadas.

­¿Y en el sector eléctrico cómo y por qué llegamos a la situación actual? ­Igualmente por un problema de desinversión en el sector que tiene por lo menos 15 años. Hay que planificar a largo plazo, por la elemental razón del crecimiento poblacional que implica un mayor consumo de electricidad. Inicialmente se planificó a partir de la energía hidroeléctrica que provenía del Caroní. Pero rápidamente se advirtió la necesidad de disponer de otras plantas, como La Vueltosa, en el occidente. Existen inversiones, pero es inaceptable que hayan pasado 15 años y esa planta no esté terminada.

­Chávez tiene 11 años en el Gobierno. Pudiera alegar (como Luis Herrera) que heredó un deficiente sistema eléctrico...

­Otra vez los precios del petróleo. A partir de 2004 este gobierno dispuso de recursos que dio gusto. Esos recursos pudieron haberse utilizado en reordenar la inversión para acelerarla. El sector eléctrico es muy planificable y tenía gente muy buena.

­¿Por qué dice tenía gente muy buena? ­Porque ahora no los veo. Es el caso de Edelca, donde la pérdida de recursos humanos y materiales ha sido continua en los últimos diez años.

Hay problemas elementales de distribución que no tienen nada que ver con El Niño, sino como una mala gestión.

Por ejemplo, ¿cómo es posible que Plantacentro, siendo una planta térmica que trabaja con gas o gasoil, tenga cinco turbinas paradas y sólo trabaje una? Además de estos errores, se revirtieron los procesos para hacer más eficiente estas industrias a través de las privatizaciones. Pensemos en la capital. La Electricidad de Caracas tenía 102 años en manos privadas y nunca tuvimos problemas de electricidad en Caracas, nunca.

­¿Qué está pasando en La Electricidad de Caracas? ­Estoy segura de que debe haber problemas de gestión. Era una tradición que una parte de las ganancias de esos negocios fueran a gastos sociales. Sin embargo, también fue posible advertir la necesidad de reorientar esos recursos hacia inversiones en mantenimiento y nueva tecnología.

­Si tuviera que dar tres recomendaciones para recuperar el sector eléctrico, ¿qué diría? ­Tienes que recuperar la planificación a largo plazo. Segundo, tienes que recuperar la inversión. Y luego tienes que mejorar la gestión, que debe incluir un gran contenido técnico. Las medidas que ha tomado al Gobierno pueden ayudar a resolver la emergencia, pero no las deficiencias estructurales del sector eléctrico. Y hay que reconocer que el Gobierno, cuando quiere, puede ser eficiente.

Allí está el viaducto de la autopista Caracas-La Guaira. Se terminó en el menor tiempo posible porque se asignaron los recursos y se contrató a una gente que sabía hacer la obra. Por el contrario, otras obras públicas, como las del Metro de Caracas, se retrasan porque no tienen recursos ni gente competente.

Edgar López
El Nacional
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