El equipo de Gobierno que surja del nuevo proceso electoral, deberá atender con prioridad la operatividad y la confiabilidad del sistema eléctrico y, la calidad de este servicio estratégico para el país.
Las autoridades han focalizado su gestión en cohesionar a la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) y unificar las nóminas y cuentas de las catorce empresas eléctricas que existían en el sector, en elevar la capacidad de generación (termo-hídrica), y fortalecer las redes de distribución y transmisión, con la sustitución de equipos y la expansión de las mismas. En paralelo hacen frente a las exigencias laborales, y a las restricciones de su flujo de caja.
A fines de 2012 el ministro de Energía Eléctrica, Héctor Navarro, asomó la posibilidad de relanzar y redefinir a la operadora, así como de ajustar las tarifas eléctricas, congeladas desde 2003. Desde entonces no se ha dicho más.
Analistas en materia eléctrica consideran que ante la convocatoria de elecciones presidenciales, se hace necesaria una revisión detallada del sector. Miguel Lara, exgerente general de la Oficina de Operación de Sistemas Interconectados (Opsis) sostiene que lo primero por hacer es "saber con lo que realmente cuenta el sistema eléctrico" en cada una de las áreas fundamentales de esa actividad y adelantar un plan, en el corto plazo, para "poner los equipos existentes en óptimas condiciones".
"Decir la verdad a la población", apunta el especialista, "ya está bueno de engaños. Si se tiene que aplicar un plan de racionamiento en las horas pico hay que informar" a los usuarios "con transparencia" y explicar las razones. Es importante también "dejar de improvisar, volver a la planificación y designar a técnicos capaces en los cargos decisorios".
Sin atajos
"Gane quién gane el 14A, los apagones van a continuar por un tiempo", advierte José Aguilar, consultor internacional de sistemas eléctricos. "Esto requiere seriedad y personajes al frente del sector con la probidad, carrera y oficio para liderar la recuperación del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) y luego su transformación. Hay que hablarle claro al país y dejar los slogans. En la electricidad no hay atajos pero sí mucho trabajo".
Indica además que "el país no puede seguir operando en materia eléctrica y electroenergética bajo el velo de la opacidad. Lo que esté pasando, sea bueno, malo o regular en el SEN, debe ser comunicado en plena transparencia a la nación, considerando que la electricidad es el servicio de los servicios y que son muy severos los daños causados a la sociedad por la falta de electricidad, desde el punto de vista económico, de seguridad y calidad de vida. Hay que ponerle un parao al Apagón Informativo, basta ya".
Aguilar sugiere, en forma puntual, lo siguiente: eliminar la discriminación en la distribución eléctrica en el país, no se trata de racionar en la Capital para racionar menos a la provincia, es suplir a ambas".
En su opinión "son muchos los desafíos" que debe asumir aquel que resulte electo en los comicios. "La gobernabilidad del país estaría muy vulnerable, pues es SEN tiene esa condición de afectar la tranquilidad y prosperidad".
Bajo una sola batuta
El profesor del Departamento de Conversión y Transporte de Energía de la Universidad Simón Bolívar, Jesús Pacheco, propone tres planes, el de supervivencia (1 año), el de emergencia (5 años) y el de expansión (10 a 20 años). Señala que para el de corto plazo se hace necesario "tomar el control del sector eléctrico para gestionarlo bajo una sola dirección y no como ahora (Pdvsa, Corpoelec, ministerios de Energía Eléctrica y de Petróleo y Minería, consejos comunales, sindicatos) y optimizar el proceso de construcción de obras con estricto y sincero control. Reprogramaría los planes de desarrollo para articularlo al ritmo de expansión del sector eléctrico".
Así como "convocar a lo técnicos más capaces, retomar y mantener el plan de recambio de luminarias de bajo consumo energético, ajustar las tarifas, incorporar masivamente medidores e implementar mecanismos que faciliten la importación de equipos y repuestos".
A mediano plazo se debe "emprender de manera firme y sostenida la construcción de nuevas centrales térmicas de gran envergadura tipo Tacoa en el centro occidente y el fortalecimiento del parque termoeléctrico debilitado".
Las autoridades han focalizado su gestión en cohesionar a la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) y unificar las nóminas y cuentas de las catorce empresas eléctricas que existían en el sector, en elevar la capacidad de generación (termo-hídrica), y fortalecer las redes de distribución y transmisión, con la sustitución de equipos y la expansión de las mismas. En paralelo hacen frente a las exigencias laborales, y a las restricciones de su flujo de caja.
A fines de 2012 el ministro de Energía Eléctrica, Héctor Navarro, asomó la posibilidad de relanzar y redefinir a la operadora, así como de ajustar las tarifas eléctricas, congeladas desde 2003. Desde entonces no se ha dicho más.
Analistas en materia eléctrica consideran que ante la convocatoria de elecciones presidenciales, se hace necesaria una revisión detallada del sector. Miguel Lara, exgerente general de la Oficina de Operación de Sistemas Interconectados (Opsis) sostiene que lo primero por hacer es "saber con lo que realmente cuenta el sistema eléctrico" en cada una de las áreas fundamentales de esa actividad y adelantar un plan, en el corto plazo, para "poner los equipos existentes en óptimas condiciones".
"Decir la verdad a la población", apunta el especialista, "ya está bueno de engaños. Si se tiene que aplicar un plan de racionamiento en las horas pico hay que informar" a los usuarios "con transparencia" y explicar las razones. Es importante también "dejar de improvisar, volver a la planificación y designar a técnicos capaces en los cargos decisorios".
Sin atajos
"Gane quién gane el 14A, los apagones van a continuar por un tiempo", advierte José Aguilar, consultor internacional de sistemas eléctricos. "Esto requiere seriedad y personajes al frente del sector con la probidad, carrera y oficio para liderar la recuperación del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) y luego su transformación. Hay que hablarle claro al país y dejar los slogans. En la electricidad no hay atajos pero sí mucho trabajo".
Indica además que "el país no puede seguir operando en materia eléctrica y electroenergética bajo el velo de la opacidad. Lo que esté pasando, sea bueno, malo o regular en el SEN, debe ser comunicado en plena transparencia a la nación, considerando que la electricidad es el servicio de los servicios y que son muy severos los daños causados a la sociedad por la falta de electricidad, desde el punto de vista económico, de seguridad y calidad de vida. Hay que ponerle un parao al Apagón Informativo, basta ya".
Aguilar sugiere, en forma puntual, lo siguiente: eliminar la discriminación en la distribución eléctrica en el país, no se trata de racionar en la Capital para racionar menos a la provincia, es suplir a ambas".
En su opinión "son muchos los desafíos" que debe asumir aquel que resulte electo en los comicios. "La gobernabilidad del país estaría muy vulnerable, pues es SEN tiene esa condición de afectar la tranquilidad y prosperidad".
Bajo una sola batuta
El profesor del Departamento de Conversión y Transporte de Energía de la Universidad Simón Bolívar, Jesús Pacheco, propone tres planes, el de supervivencia (1 año), el de emergencia (5 años) y el de expansión (10 a 20 años). Señala que para el de corto plazo se hace necesario "tomar el control del sector eléctrico para gestionarlo bajo una sola dirección y no como ahora (Pdvsa, Corpoelec, ministerios de Energía Eléctrica y de Petróleo y Minería, consejos comunales, sindicatos) y optimizar el proceso de construcción de obras con estricto y sincero control. Reprogramaría los planes de desarrollo para articularlo al ritmo de expansión del sector eléctrico".
Así como "convocar a lo técnicos más capaces, retomar y mantener el plan de recambio de luminarias de bajo consumo energético, ajustar las tarifas, incorporar masivamente medidores e implementar mecanismos que faciliten la importación de equipos y repuestos".
A mediano plazo se debe "emprender de manera firme y sostenida la construcción de nuevas centrales térmicas de gran envergadura tipo Tacoa en el centro occidente y el fortalecimiento del parque termoeléctrico debilitado".
